He de decir que llevo tiempo, en el que veo la vida con otros ojos. Posiblemente era de las personas que afirmaban una y otra vez que mi "mala suerte" era producto de algún tipo de magia, de mal de ojo, que algo había hecho mal en otra vida...
Tanto que llegué a obsesionarme por eso, y me pasaba día si y día también haciéndome limpiezas, acusando a los Dioses saben qué de que eso era producto de mi mala suerte, pero realmente no me paré a pensar en el... ¿ y si soy yo la que me atraigo la mala suerte?
Nunca caí que realmente podía ser yo, y no algo "místico" que rondaba tras de mí.
A lo mejor mi mala salud, era a una vida que siempre he llevado inactiva, sin cuidar mi alimentación, por no decir que estos problemazos (diré ahora problemazos, porque con el tiempo, cada día me sale algo nuevo) y posiblemente todo ello relacionado a malas prácticas que llevé en el pasado para perder peso, sin importar cuáles eran los efectos a largo y medio plazo. (Ahora me viene a la mente una y otra vez la tan famosa "Ley de tres" wiccana, si la hubiera conocido tiempos atrás...)
Posiblemente, mi mala suerte académica no era debido a la manía de mis profesores, o al típico dicho no tengo buena suerte, blablabla, si no a que no tenía rutinas, ni horarios. Que dejaba las cosas para última hora, que hacía las tareas cuando me venía en gana, y que siempre dejaba el estudio importante de un examen para último día... O mejor dicho, última noche, cuando eran ya las 3 de la madrugada, aquellas fórmulas no había manera de que entrasen, y la cafetera estaba ya medio vacía, y yo copiando ejercicios como una loca y deseando que fueran esas preguntas tan cortitas las que pusieran en el exámen.
Al día siguiente como era lógico, estaba que me dormía encima de los pupitres, no daba ni una y se me nublaba la vista al ver el exámen.
O también lo típico, no tengo amistades porque tengo mal aura y eso lo notan, etc. No me paraba a pensar que aquello podría ser porque me rodeaba siempre del mismo tipo de personas, aquellas que no son amistades muy confiables y eso sí que echaba a las demás personas para atrás, porque ya se sabe del refrán popular "dime con quién andas y te diré quién eres".
Hace meses tuve mucho tiempo libre, y ese mismo tiempo libre me llevó a reflexionar qué hice con mi vida, porqué siempre me andaba quejando pero no ponía soluciones. El porqué siempre dejaba todo en manos de "fue culpa de una maldición" o en el "tuve que ser terrible en otra vida, por eso tengo tanta mala suerte".
Hice cambios de rutina, empecé a trabajar, y por ende, acabé con mis problemas personales económicos (en cierto modo, pero porque soy yo la que ahora pago mis gastos y no hago que otros carguen con mi cuenta mensual), y milagrosamente, encontré autoestima y fuerza para seguir adelante con mis estudios, que por cierto, ahora sí que no dejo todo para otro día. Además, encontré la inspiración que me faltaba para seguir adelante con mi blog, algo que sentía que estaba abandonando, y eso no me gustaba, porque mi blog es una pequeña parte de mí, un trocito de mi esencia plasmada en un lugar de Internet, y es algo que empecé con mucha ilusión y que no quería dejar atrás.
Por eso, en esta reflexión que os dejo hoy, quiero daros fuerza y mucha luz, para todas aquellas personas que están pasando por una mala racha, y para aquellas personas que están atascadas en algún momento en su vida. Lo que os digo es que a veces, no es cosa de algo "místico", si no que las claves para que vuestra vida dé un giro positivo podríais tenerlas vosotros mismos, y dejar atrás malos hábitos o conductas poco productivas, de esta manera analizaréis que hacéis mal, y podéis mejorar.
Abrazos de luz para todos vosotros, gracias por leerme ♥
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